miércoles, 26 de febrero de 2014

No era yo



Andar a contracorriente por los pasillos de Ikea (uno de mis pasatiempos favoritos) ya no volverá a ser igual desde que esta tarde, en la sección de ollas y cacerolas, me he topado con un señor —aparentemente cuerdo— que también lo hacía. De pronto, mi mundo se ha ido al garete y entonces, cabizbajo como un alma en pena y arrastrando los pies, con disimulo me he mezclado entre la gente y he avanzado hacia la salida en la dirección de las flechas. Las lámparas y las alfombras parecían burlarse de mí, y hasta la butaca Poäng me ignoraba. Sentirme "normal" de repente, ha sido una auténtica pesadilla, me faltaba el aire, estaba desconcertado. No era yo.

miércoles, 19 de febrero de 2014

No me gusta


Ser el clavo ardiendo de nadie, siempre acabo quemándome. Ni pedirle peras al olmo de otro, ni soñar despierto. No me gusta la gente que cuando llueve abre y cierra su paraguas, ni quienes cantan siempre la misma canción. Ni los polos de Lacoste, ni los D.N.I. antiguos, ni las taollas gastadas. No me gusta verme al revés en los espejos, no me gustan los lavavajillas, los árabes, los caldos de pescado. Ni que se haga de noche, ni el fútbol, ni el pelo largo, ni el pelo corto, ni el sol descafeinado. Ni tú, ni tú, ni tú , ni tú. No me gusta escribir mientras me quemo.